Siempre nos preocupamos de lo que nos va a suceder en el futuro, estamos ansiosos por ver qué nos depara la vida, pagamos por que nos predigan el futuro, padecemos de ansiedad porque vivimos en tiempo futuro. Dejamos pasar las cosas que tenemos en frente de nosotros por saber qué vamos a tener mañana.
Futuro, futuro, futuro.
Me pregunto, ¿qué pasa con nuestro presente? ¿Qué me está pasando hoy? Tenemos tantas ganas que llegue mañana que se nos olvida que tenemos que vivir hoy. ¿Por qué hacemos esto?
El mañana es una proyección de lo que desearíamos ser hoy
La misión de cada uno de nosotros es buscar una vida mejor, encontrar nuestro lugar, nuestra felicidad. En esta búsqueda damos lo mejor de nosotros, invertimos energía, tiempo y dinero en encontrar aquello que nos falta. El motor que nos ayuda es la ESPERANZA. Confiamos en nuestro destino, confiamos en que nos va a tocar la lotería , que vamos a encontrar a nuestra persona ideal o vamos a cambiar de trabajo. Vivimos sujetos a esa esperanza, sin darnos cuenta que esa esperanza la estamos dejando vacía y sola a su suerte, porque no la estamos llenado de contenidos hoy.
Quizá si desde ahora nos presentamos a ese “hoy” que parece nuestro enemigo, podemos cambiar aquello que en el futuro que queremos que ocurra. Vivir el hoy con ilusión y esperanza es lo que realmente nos hará fuertes y sólidos mañana. Debemos centrar nuestros pensamientos en el ahora porque este preciso momento es lo único real que tenemos. Podemos llegar a un bienestar emocional, enfocándonos en lo que nos está ocurriendo ahora, ya que de lo contrario, tendremos la mente dispersa ya que estaremos utilizando las herramientas que tenemos hoy para algo que aún no ha ocurrido.
La felicidad sólo la podemos encontrar en el momento presente. Si pensamos en ella como meta, nos enfocaremos de nuevo en el futuro y no nos estaremos permitiendo vivir esa felicidad ahora.
En estos días de cuarentena, es difícil vivir el presente. Es más fácil pensar en lo que va a venir porque creo que es mejor que hoy, porque no quiero mirar este presente que me aterra y me provoca frustración. Tenemos mucho tiempo para pensar. Es el momento de centrarnos en lo más importante que tenemos hoy. Agradecer lo que tenemos y mantener esa fuerza para poder manejar lo que nos ocurra mañana.
La meditación y el Mindfulness nos ayudarán a posicionarnos en el aquí y el ahora y vivir el presente. El objetivo es liberarnos de todos los estímulos que tenemos a nuestro alrededor y mejorar nuestra capacidad de atención en el presente, lo cual nos ayudará a tener un equilibrio emocional.
¿Y luego qué?…….Mejor hoy
Águeda Torres
Coach emocional